CULTURA DE LA LEGALIDAD
¿PARA QUÉ?
El Estado de Derecho de un país se sustenta, antes que nada, en el arraigo que tenga la CULTURA DE LA LEGALIDAD en la sociedad.
El respeto a la ley es un valor que se debe fomentar en la conciencia de los individuos desde el nivel más elemental de convivencia social y fortalecer a lo largo de las diferentes etapas de la vida. Si la idea del Estado de Derecho no se traduce en un sistema normativo de cuya aplicación se deriven beneficios o costos tangibles, es difícil que la propia cultura de la legalidad llegue a permear en la conciencia de las personas y de las comunidades.
Para los ciudadanos, la cultura de la legalidad significa llevar a cabo el estricto cumplimiento de las obligaciones que la ley les impone para garantizar la convivencia social y, por otra parte, que el ejercicio de sus derechos se realice en apego a las disposiciones legales.
Además, la cultura de la legalidad también impone a los gobernados el deber de exigir a las autoridades el cumplimiento puntual de la ley; esto es, denunciar las irregularidades, abusos y actos ilícitos.
La cultura de la legalidad es aquella adonde la mayoría está convencida de que cada persona tiene la responsabilidad individual de ayudar a construir y mantener una sociedad con un Estado de Derecho y en el que las personas:
- Se interesan y conocen las leyes básicas.
- Respetan por convicción las leyes y normas básicas de convivencia.
- Rechazan los actos ilícitos y corruptos y a las personas que los cometen
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