miércoles, 10 de julio de 2013

FAMILIA Y CULTURA DE LA LEGALIDAD

FAMILIA Y CULTURA DE LA LEGALIDAD

Sabemos que la familia es la estructura social más importante para el ser humano, en ella aprendemos a relacionarnos con otras personas, adquirimos valores, reglas, usos, costumbres y creencias. Todo esto lo llevamos a cada uno de los espacios en los que convivimos.
Podemos pensar en el impacto de la familia como el efecto onda, donde la gota del centro es la familia y las ondas producidas marcan el alcance de tal impacto. Es decir, las acciones generadas en cada familia repercuten no sólo a sus integrantes sino a la sociedad en su conjunto.

En este sentido, es fundamental que la familia sea el núcleo desde donde se promueva el respeto a las normas para que se extienda a otros ámbitos, para fortalecer el Estado de  Derecho y convivir de manera armónica en una sociedad democrática.
La cultura de la Legalidad se comienza a desarrollar en la familia, a partir de que niños y niñas reconocen cuáles son las reglas, aprenden lo que está permitido y lo que no, sin embargo, es importante poner atención en cómo se transmite el mensaje del respeto a las reglas y si se comprende por qué y para qué se deben cumplir las normas.


Poder ofrecer a nuestros jóvenes de secundaria este ambiente de colaboración, donde la familia y la escuela trabajan juntos, facilita que asuman la responsabilidad de su actuar dentro de la sociedad a la que pertenecen; que comprendan que sus decisiones tienen consecuencias y que éstas producen también en efecto de onda para con ellos(as), su familia, escuela y comunidad.
Como padres de familia es importante reflexionar acerca de la forma como impactan las acciones de nuestra familia en otros espacios y cómo es la educación que se llevan nuestros hijos a la escuela.

MIS ACCIONES COMO PADRE O MADRE
(AUTOEVALUACIÓN)

ACCIÓN
NO
OBSERVACIONES
Dejo que mi hijo (a) se exprese abiertamente (ropa, música, aficiones).



Cuando surge algún problema o desacuerdo con mi hijo (a) negociamos las posibles soluciones.



Discuto y peleo en presencia de mi hijo (a)




Cuando establezco reglas para mi hijo (a) me mantengo firme para que las cumpla.



Me involucro con la escuela, los profesores y/o las asociaciones de padres.



Acepto la observación de mi hijo (a) cuando rompo alguna regla.



Cuestiono a mi hijo (a) cuando lleva a casa objetos de dudosa procedencia.



Motivo a mi hijo (a) a reflexionar y afrontar las consecuencias de sus actos.



Trato con el mismo respeto a mi hijo (a) como lo hago con una persona adulta.



Conozco el reglamento escolar y/o alguna Ley que protege a mi hijo (a).



Padres y madres de familia son responsables de que se cometan ilícitos dentro de las escuelas.



Directivos y profesores son responsables de que se cometan ilícitos dentro de las escuelas.



Los proyectos de trabajo colaborativo ayudan a que mi hijo (a) comprenda el sentido de la cooperación y corresponsabilidad.







martes, 9 de julio de 2013

CULTURA DE LA LEGALIDAD

¿PARA QUÉ?


El Estado de Derecho de un país se sustenta, antes que nada, en el arraigo que tenga la CULTURA DE LA LEGALIDAD en la sociedad. El respeto a la ley es un valor que se debe fomentar en la conciencia de los individuos desde el nivel más elemental de convivencia social y fortalecer a lo largo de las diferentes etapas de la vida. Si la idea del Estado de Derecho no se traduce en un sistema normativo de cuya aplicación se deriven beneficios o costos tangibles, es difícil que la propia cultura de la legalidad llegue a permear en la conciencia de las personas y de las comunidades. Para los ciudadanos, la cultura de la legalidad significa llevar a cabo el estricto cumplimiento de las obligaciones que la ley les impone para garantizar la convivencia social y, por otra parte, que el ejercicio de sus derechos se realice en apego a las disposiciones legales. Además, la cultura de la legalidad también impone a los gobernados el deber de exigir a las autoridades el cumplimiento puntual de la ley; esto es, denunciar las irregularidades, abusos y actos ilícitos.


La cultura de la legalidad es aquella adonde la mayoría está convencida de que cada persona tiene la responsabilidad individual de ayudar a construir y mantener una sociedad con un Estado de Derecho y en el que las personas:
  • Se interesan y conocen las leyes básicas.
  • Respetan por convicción las leyes y normas básicas de convivencia.
  • Rechazan los actos ilícitos y corruptos y a las personas que los cometen